¿Qué cantidad de turba se necesita para una botella de whisky?

La cantidad de turba que se utiliza para hacer una botella de whisky varía mucho. No hay una receta única, y depende de varios factores: desde el tipo de whisky hasta el método de ahumado y el origen de la turba. Pero no te preocupes, que aquí te explico todo con pelos, señales y un toque de humo.

cantidad de turba

1. Tipo de whisky: ¿ligeramente ahumado o una bomba de humo?

Primero, hablemos del nivel de ahumado. Esto se mide en ppm (partes por millón) de fenoles, que son compuestos químicos responsables del sabor a humo en el whisky.

  • Whisky ligeramente ahumado: Estos whiskies tienen entre 2 y 5 ppm, apenas un susurro de humo. Son ideales si quieres notar un toque ahumado sin que te arrastre un dragón por la garganta.
  • Whisky intensamente ahumado: Aquí ya estamos hablando en serio. Whiskies como los de Islay (hola, Laphroaig y Ardbeg) pueden tener más de 50 ppm, e incluso superar los 100 ppm, como el famoso Ardbeg Uigeadail. En estos casos, la turba no se anda con rodeos.

2. El proceso de ahumado: más allá del fuego

La forma en la que se aplica la turba también afecta la cantidad necesaria.

  • Secado con turba (peat kilning): La cebada malteada se seca directamente sobre un fuego alimentado con turba. Esto permite que los fenoles se adhieran a la malta. Cuanto más larga y densa sea la exposición, mayor el nivel de ahumado.
  • Ahumado de barricas: Menos común, pero se usa. Algunas destilerías ahúman las barricas donde el whisky madura. Esto le da un ahumado más sutil, más fondo de escenario que protagonista.

3. Tipo de turba: no todo lo que humea es igual

La composición de la turba también marca la diferencia. No es lo mismo una turba de jardín que la turba ancestral que extraen en Escocia o Irlanda. Existen varios tipos, pero los más comunes en la elaboración de whisky son:

  • Turba de musgo: Más ligera y aromática. Perfecta para whiskies con notas florales y un humo delicado.
  • Turba de brezo: Más densa, con un perfil terroso e intenso. Aquí el humo es más robusto y dominante.

Cada región tiene su “receta” de turba, lo que aporta personalidad única a cada whisky.


4. ¿Entonces qué cantidad de turba se necesita?

Aquí va el dato que estabas esperando:

En promedio, se necesita una cantidad de turba entre 20 y 50 gramos de turba para ahumar la cantidad de cebada necesaria para una sola botella de whisky.

Pero ojo, esta cifra puede variar mucho. Algunos whiskies apenas usan unos gramos, y otros requieren cantidades bastante más generosas, dependiendo del nivel de fenoles deseado, el tiempo de exposición al humo, y qué tan densa es la turba utilizada.

5. Curiosidades turberas

  • El Ardbeg Uigeadail, por ejemplo, tiene más de 100 ppm, lo que implica una altísima carga de turba. Si lo pruebas, prepárate para una experiencia intensa y ahumada que te persigue hasta el día siguiente (en el buen sentido).
  • La turba no solo aporta sabor: también añade carácter, historia y terroir al whisky. No hay dos turbas iguales, ni dos whiskies ahumados iguales.

Conclusión: humo, ciencia y sabor

El sabor ahumado del whisky es una alquimia entre ciencia y tradición. No se trata solo de cuánta turba se usa, sino de cómo se usa. Desde el secado de la cebada hasta la elección del tipo de turba, todo influye en el perfil final del destilado.

Así que la próxima vez que abras una botella de whisky ahumado, piensa en los gramos de turba que viajaron desde un pantano ancestral directo a tu copa. Salud, y que el humo te acompañe.

2 comentarios en “¿Qué cantidad de turba se necesita para una botella de whisky?”

  1. Interesante articulo, tengo un Laphroaig10 que me regalo un amigo diciendome que por su ahumado se tenia que beber fumando un puro Habano.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio
Maria de la Peña - Aula de destilados
Resumen de privacidad

Utilizamos cookies propias y de terceros para analizar nuestros servicios y mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación (por ejemplo, páginas visitadas). La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.